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Vertebroplastia y cifoplastia

Vertebroplastia y cifoplastia

La vertebroplastia y la cifoplastia son dos procedimientos mínimamente invasivos utilizados en el tratamiento del dolor vertebral asociado a diversas patologías. Ambas técnicas consisten en la inyección de cemento óseo dentro del cuerpo vertebral con el objetivo de estabilizar la vértebra y aliviar el dolor.

Vertebroplastia

¿Cuándo se indican la vertebroplastia y la cifoplastia?

Estas técnicas están especialmente indicadas para pacientes que presentan fracturas vertebrales estables de origen traumático, aplastamientos vertebrales por osteoporosis, lesiones vertebrales por metástasis o angiomas vertebrales dolorosos. Todas estas condiciones pueden provocar debilitamiento estructural de la vértebra, generando dolor e incapacidad funcional.

¿Cómo actúan la vertebroplastia y la cifoplastia?

El alivio del dolor vertebral tras la aplicación de estas técnicas se debe principalmente a dos mecanismos. El primero es el endurecimiento del cemento dentro de la vértebra, que proporciona estabilidad inmediata a la estructura ósea dañada. El segundo es el efecto térmico que se produce durante el fraguado del cemento, el cual puede contribuir a reducir la sensibilidad de las terminaciones nerviosas y destruir células tumorales en algunos casos.

Vertebroplastia visión lateral
Vertebroplastia visión anteroposterior

Diferencias entre vertebroplastia y cifoplastia

Aunque ambas técnicas tienen el mismo objetivo, existen diferencias en su procedimiento. En la vertebroplastia, el cemento se inyecta directamente en el interior de la vértebra sin modificar su forma. En cambio, la cifoplastia incorpora un sistema expansivo previo a la inyección del cemento, como un balón, con la finalidad de intentar restaurar parcialmente la altura vertebral perdida a causa de la fractura o aplastamiento.

vertebroplastia guiada por navegación
vertebroplastia guiada por navegación
vertebroplastia guiada por navegación

Técnicas quirúrgicas: percutánea vs abierta

Tanto la vertebroplastia como la cifoplastia pueden realizarse mediante una técnica percutánea, sin necesidad de una cirugía abierta. Este método consiste en realizar pequeñas incisiones en la piel para introducir cánulas a través de las cuales se accede a la vértebra afectada. Alternativamente, en casos específicos, puede optarse por una técnica quirúrgica abierta, que requiere una mayor exposición de la columna vertebral.

La elección entre una técnica percutánea o abierta, así como entre vertebroplastia o cifoplastia, dependerá de diversos factores como la naturaleza de la lesión, el estado general del paciente y la experiencia del equipo médico. Por ello, es fundamental que el especialista evalúe cada caso de forma personalizada y explique al paciente las distintas opciones disponibles, junto con los beneficios y riesgos de cada una.

¿Todos los pacientes pueden someterse a estas técnicas?

No todas las patologías ni todos los pacientes son candidatos para estos procedimientos. La decisión de realizar una vertebroplastia o una cifoplastia debe estar basada en un estudio clínico y de imagen riguroso. Por ello, se recomienda acudir a un especialista en cirugía de columna con experiencia en este tipo de intervenciones, quien podrá valorar adecuadamente si el tratamiento está indicado y cuáles serían los pasos a seguir en cada situación.

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